Tomando en cuenta los rangos establecidos y las característicos que presentan los afectados por este trastorno, se puede pronosticar que los niños con retraso mental leve serán educables y desarrollarán la mitad o las tres cuartas partes de lo esperado en un niño normal. Se beneficiaran en muchos aspectos con el estudio académico tradicional y cuando sean adultos podrán vivir en forma independiente, obtener empleo y tener capacidad lectora y habilidades de escritura funcionales. Los afectados con retraso mental moderado son entrenables y desarrollan de una tercera parte a la mitad de lo que se espera en el niño normal. No requieren cuidado o atención custodial, pero sí una supervisión continua y respaldo económico. Su capacidad les permitirá autoayudarse en ambientes protegidos y aprender a leer algunas palabras. |